Cine: Azul oscuro casi negro

Sinopsis: Jorge trabaja como portero en un bloque de pisos. El poco tiempo que le queda libre lo dedica a cuidar a su padre, víctima de un infarto cerebral que le ha afectado como si de Alzheimer se tratara. Pero, cuando su gran amor de la infancia vuelve del extranjero; y su hermano, recluido en la carcel, le pide un comprometido favor, Jorge tendrá la oportunidad de salir del circulo vicioso en el que se ha convertido su vida.

Si existe una película española, y no española, que más y mejor se haya beneficiado del boca-oreja entre la gente, esa es sin duda esta "Azul oscuro casi negro" debut cinematográfico de Daniel Sánchez- Arevalo, que una vez vista la película, se le notan (para bien) los años, 36, y la experiencia acumulada en el medio audiovisual.

Si de algo peca el actual cine español es de una terrible falata de imaginación por parte de sus autores. El público cada vez está más cansado del enésimo drama, normalmente ambientado en la Guerra Civil o en los años inmediatamente posteriores, y la misma comedia "gamberra" de ese actor/es tan "guays". Es por ello que se agradece el intento de Sánchez-Arévalo de trascender estos esquemas pero en un envoltorio de fácil digestión, es decir, un drama urbano, sí, pero con una diferencia importante con respecto con otras producciones de este estilo, y esta es el que los personajes no permanecen atormentados durante el metraje por hechos pasados que les oprimen y condicionan sus actuaciones, sino que, en "Azul oscuro casi negro" les vemos actuar de forma que "proyectan" sus propias vidas a un futuro que, como demuestra el último plano del film, es muy muy abierto.

La película juega excepcionalmente bien sus bazas, es decir, un reparto de caras jovenes muy poco conocidas para el gran público pero que realizan una labor sobresaliente; un guión bien estructurado y que sortea con bastante fortuna los tópicos del género (como la resolución de la subtrama que protagoniza el mejor amigo de Jorge); y sobre todo un ritmo excelente que produce la sensación de que la película dura mucho menos de lo que en realidad ha sido.

No es una película perfecta, por supuesto, aunque también juega a su favor la evidente falta de pretensiones que desprende todo el metraje. Y si, como afirmaba el otro día "El País", esta película ya ha sido vista por más espectadores que el último bodrio firmado por la Coixet, a lo mejor tengo que hacer caso a mi pequeña Annie Hall particular y darle otra oportunidad al cine español.

Lo mejor: Que la película no cae en los peores tópicos del cine español. ¡Y a más de uno le parecerá poco!

Lo peor: Aun siendo una buena película, no tiene la capacidad de permanecer en nuestra memoria más allá de un par de semanas.

El plano: Padre e hijo hablando separados por un muro , al principio de la película.

La secuencia: La fiesta en casa de Natalia.